Naufragio de amor

Naufragio de amor


Cómo duelen las ausencias

y cómo llueve con huracanados sentimientos la nostalgia.
Navegando entre mares de saladas experiencias,
ayeres amorosos descansando en playas
abrazadas al cansancio,
reparando siquiera, en ingenuos pecados
de pasión desenfrenada,
de cuando en aquellos tiempos
desnudábamos nuestros cuerpos
entre la marea de húmeda posesión mutua,
dejando el receso para tiempos
en que se naufraga en las soledades del olvido.

Tiempos detenidos para amarte
perdiendo la vida en cada amanecer,
silencios de miradas furtivas y descontroladas
llenando de misterioso eco
el latir de un corazón,
labrando ilusiones al tiempo de entregarte mí existir

hasta el final y más allá de la eternidad
Ganando la soledad en cada anochecer
que de mis ojos, salen gotas saladas de amargura

secando de mí las desventuras.

Cuna de contrastes

Cuna de contrastes



México,
cuna de contrastes,
sabores y colores
país de héroes
en cada corazón.

Mezcla de ayer y hoy
raza de bronce
y españoles hombres.

Tradiciones y culturas
herencias en raíces
lejanas a la memoria.

Orgullo de mi vida
Arco de abundancia
En mar y tierra.

Olor a tierra húmeda
Perfume de hermosas flores
Que adornan en plácidos jardines
La esencia de mi patria.

Tradiciones de antaño
De Aztlan el peregrinar
a mi centro fundar.

Canto a su cielo
con notas de mariachi
y corazón henchido de emoción.

La suavidad del europeo violín
con ritmo alegre de vihuela
y pulsación de guitarrón.

Enlaza en hermandades
diversidad de corazones
que al unísono exclaman
la moderna mexicanidad.

Mestizaje en mi sangre
Brotar al rojo vivo
Por la libertad
De mi tierra sin igual.

Luna enamorada

Luna Enamorada



Luna enamorada
maestra de besos
escondidos en la intimidad
cómplice de tu luz.

Olvidando mí nombre
entre las sombras de las nubes
que cubren tu resplandor,
anónimos amantes
con ignición de deseo
amoroso y perpetuo.

Miradas extraviadas
en el vórtice de la pasión
entregando alma vida y corazón,
en fantasías juguetonas
liadas en el subconsciente incandescente
hirviendo la sangre
llagando al amor.

El frío de tu excusa

El Frío de tu excusa


Abrazando tu ausencia
con la amplitud de mi soledad,
Rememorando…
lo cruel de las palabras,
rompiendo
en mil pedazos los sueños construidos
dejando escurrir entre mis manos
la amarga hiel tu engaño.

Duelen las ausencias
tanto como los silencios de la voz,
la certeza de unas caricias
que el viento desgarró,
desangrando el corazón.

Ecos de respiraciones lejanas,
huracanes que surcan de brisas saladas
la inmensidad de un contenido anhelo.

Una ventana
traslada los recuerdos,
evocando amores y sinsabores
al sólo frío de tu excusa
en aquella despedida.

Hazme sentir

Hazme Sentir


Hazme sentir tus caricias en mi piel
será demasiado suplicarte
que me ames tan sólo un momento
con la mínima intensidad
con la que yo te amo?

Hazme tu cielo
para despejar los nubarrones
que inundan de agonía tu existir
humedeciendo de salado elixir
las ventanas de tu alma.

No hay porque sufrir
para eso estoy aquí,
por siempre a tu lado
aunque tu no me mires
con la misma intensidad
con la que mis ojos
iluminan tu vivir.

Hazme vibrar
con un solo roce
de la sombra que despliegas
en tu caminar

Sólo con eso,
con la irrealidad de sentirte cerca
cuando más lejos te encuentras


Hazme sentir
cómo tu cuerpo enamora mis sentidos
embriagándolos de un tiempo detenido
mientras se alegra el corazón
por aquel instante en el que
se amalgaman más que nuestros cuerpos
nuestras almas.

He regresado

He regresado

He regresado de la oscuridad dónde me encontraba,
he regresado del camino sinuoso que atormentaba mi alma,

gracias a un Ángel que cruzó por la senda,
dejando rastros de sabiduría,
olvidando tropiezos y descalabros.

Ángel rebelde que construye sus alas

con lágrimas saladas de ausencia,

Ángel que tiene gran asesor en las estrellas,
que cuando mengua la luna, es porque le sonríe.

Gracias Bindi, ya que he vivido en constante búsqueda del ruido que amortice el silencio y el vacío de mi existir. Al encontrarme con usted, el sol alumbra con un nuevo resplandor cada mañana, ésa es la respuesta al silencio que buscaba, un nuevo día, un nuevo amanecer, me siento afortunada de poder ver las estrellas, al estrecharles la mano al saludarles, porque la ausencia no se escurría de mis manos y los huracanes que humedecieron los cielos pasados, me cegaban tanto que el viento erosionó mi sentir. Usted, grandísima, queridísima, y muy pero muy especial amiga, con sólo su amistad llenó de dulces sueños mi existir abriéndome los ojos a un nuevo presente.

Eternas Gracias