Fotografía tomada por Bindi
Un ángel del camino
El sol, alumbra con un nuevo resplandor, es muy de mañana, por no decir, aun de madrugada, el sol, comienza a dejarse ver por el horizonte. Una mirada furtiva, a lo lejos, comienza a captar ese nacimiento, fielmente a la cita diaria, llenando de inmensidad y claridad, el ángel, y el sol abren sus ojos, para existir un día más. Un día más en el que la antorcha celeste, ilumine los pasos de criatura tan celestial. Cómplices ambos, se miran y se admiran, de las bellezas que han de forjar como destino, allanando los caminos, buscando respuestas en el silencio de la majestuosa bóveda celeste, de dónde un día, invitado por la rutina diaria, Bindi el ángel pisó la tierra para acercarnos más al cielo, compartiendo la dicha vista por esos ojos incansables y de ternura inigualable, teniendo como testigo de tal dicha, una cámara fotográfica, mágica y heredera del talento de otro ángel que vuela ya por las estrellas, iluminando con su brillo cual sonrisa. Bindi nuestro especial y carismático ángel, no se ha dado cuanta que habita entre los mortales, disfrazado de ser humano, despliega sus alas benévolamente para cubrir de calurosa amistad a quienes les obsequia con una sonrisa. Su nombre terrenal conjunta tanto la belleza de las rosas como el nombre de la madre del Señor, quien más podría ser? Símbolo de paz, sencillez y gratitud, amistad y gran corazón. Bindi, es un ángel que cruzó por mi camino, para mostrarme las maravillas de la vida, y las bondades de la verdad, una rosa que alegra el existir a quienes le rodean.
El sol, alumbra con un nuevo resplandor, es muy de mañana, por no decir, aun de madrugada, el sol, comienza a dejarse ver por el horizonte. Una mirada furtiva, a lo lejos, comienza a captar ese nacimiento, fielmente a la cita diaria, llenando de inmensidad y claridad, el ángel, y el sol abren sus ojos, para existir un día más. Un día más en el que la antorcha celeste, ilumine los pasos de criatura tan celestial. Cómplices ambos, se miran y se admiran, de las bellezas que han de forjar como destino, allanando los caminos, buscando respuestas en el silencio de la majestuosa bóveda celeste, de dónde un día, invitado por la rutina diaria, Bindi el ángel pisó la tierra para acercarnos más al cielo, compartiendo la dicha vista por esos ojos incansables y de ternura inigualable, teniendo como testigo de tal dicha, una cámara fotográfica, mágica y heredera del talento de otro ángel que vuela ya por las estrellas, iluminando con su brillo cual sonrisa. Bindi nuestro especial y carismático ángel, no se ha dado cuanta que habita entre los mortales, disfrazado de ser humano, despliega sus alas benévolamente para cubrir de calurosa amistad a quienes les obsequia con una sonrisa. Su nombre terrenal conjunta tanto la belleza de las rosas como el nombre de la madre del Señor, quien más podría ser? Símbolo de paz, sencillez y gratitud, amistad y gran corazón. Bindi, es un ángel que cruzó por mi camino, para mostrarme las maravillas de la vida, y las bondades de la verdad, una rosa que alegra el existir a quienes le rodean.
A ti, mi querida Bindi, Un ángel del camino.
LaMarussa
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