giovedì, aprile 26, 2007

Falsas esperanzas






Falsas esperanzas



Muero por mirarte
con estos mis ojos
enceguecidos por tu adiós

Tantos porqués
saboreando lágrimas
contenidas en la soledad del recuerdo.

Tengo entre mis manos,
un pasado que retrocede
y un futuro que no avanza.

Amarte en mis sueños…
cruel realidad al no tenerte,
infiel a ti soy,
por querer borrar de mi mente
tu recuerdo.

De mi voz, la omisión,
la omisión al no decirte la verdad
que guardaba mi corazón.

Te amaba,
peor aun, te amo,
y seguiré amando la ilusión
que puse en ti
y se fue como agua de las manos.

Ayer,
Tu amor henchía mi corazón.

Hoy,
la verdad ahogó tu voz
e inundó la fantasía
de falsas esperanzas construidas.


Absoluto dolor




Absoluto dolor


Porque nadie entiende lo que soy...
como lo plasmó Oscar "...No soy vidrio y papel."
Ya no se si soy una mujer que siente,
que ama en silencio o,
tan sólo soy una muerta en vida.


El destino a jugado
a los dados con mis ilusiones,
he apostado en ellas y...


Perdí la confianza
en la gente y en mi misma.
No entiendo o,
no me quieren entender
sobrevivo, ya no existotodo termina...
todo queda en nada.


Me duele todo...
me duele el corazón por amar un recuerdo (Samuel)
me duele la vida,
por flaquear en los intentos
tratando de devolverle la salud a mi papá,
me duele cada día,
Hay, como me duele seguir viviendo...


Heredo estas letras,
a quien desee continuar pisoteando
la fragilidad de mi existir,
el amasijo de carne y huesos
que es en lo que me he convertido.


domenica, aprile 08, 2007

LaMarussa By Oscar

Oscar(El P de las letras) Rosy (Bindi) y LaMarussa

Libre y sin sentidos

acompasando las horas con tus cantos…

Mas que una amiga “casi mi hermana”

atrevida, sincera y tierna…

rebelde como tantas veces quise ser,

unida al viento de mis cantares…

silbando al eco de mis locuras y

simplemente incomparable

así eres tú… mi gran amiga LaMarussa…


Te agradezco ante todo tu amistad…
que es el más grande de todos los regalos

Espero y aun después de todo…
te encuentres muy bien…
con ganas de vivir y seguir adelante
que aunque pases malos momentos…
tengas dicha también…

Que nada te detenga
cumplas todas tus metas y sueños…
por grandes y difíciles que parezcan

Recuerda que...
siempre tiene que haber piedras en tu camino
pero no grandes barreras o inmensas murallas
que te impidan crecer…
siempre hay una luz… una esperanza

Nunca pierdas la esperanza
siempre hay alguien más
alguien por quien vivir y seguir…
“Mientras se tenga vida hay esperanza”

Vive intensamente la vida
sólo se vive una vez…
oportunidades tan bellas no hay muchas…

Te quiero mucho y se FELIZ…

Con cariño tú amigo: El P de las letras u Oscar.

Para una gran amiga





Para una gran Amiga



Yo creo, que el creador se regocija

con sus santos en el cielo,

pues ya hace tiempo que encontró

un ángel, medio loco medio bello.


triste, melancólico, alegre, y taciturno,

lleno de errores, tatuado con virtudes,

a provado sin sabores, y aciertos en el mundo,

pero a salido adelante con positivas actitudes.


Ese ángel tiene un nombre

lleno de luz y armonía,

aunque a veces no encaja, en los oscuros valles,

que ha tenido que atravesar en su vida.


Fémina tenia que ser

este ángel tan contradictorio,

a veces es un dulce, otras gruñe como lobo,

pero eso sí.. nos deleita con su basto repertorio.


Sabe pelear injusticias, (una líder)

consolar a los amigos, (buena amiga)

sus palabras, claras y concisas (poetisa)

nos dan calides y abrigo. (tierna)


Un poquito rebeldona

gurrillera sin fusil,

aceptas muy bien las regañonas,

por ser así como tu eres, mil gracias mil.


Mi querida lamarussa

tu estandarte de batalla,

Luz María nombre de luz

mujer fuerte, cual de acero muralla.
**
Con mucho cariño y respeto
Para lamarussa
en su cumpleaños.
Abril- 05- 07
**
**Pentrova**

Amigas y hermanas

lunedì, aprile 02, 2007

María y la luciérnaga


María y la luciérnaga



Esta es la historia de María, una niña solitaria, que a pesar de vivir rodeada de gente, era sola en su interior, y por sus actitudes aparentaba tener más edad.

Su misma inseguridad o tal vez por temor a las críticas, le dificultaban relacionarse con los demás, así que ella prefiere las largas caminatas por los campos que rodean su hogar, a jugar con los niños de su edad y es por su actitud de gente mayor, que se desenvuelve de esta manera ante la áspera sociedad.

Una tarde, en una de sus tantas caminatas, ensimismada y donde acostumbraba navegar por la mar de sus pensamientos, el ambiente se tornó diferente.

A lo lejos pudo distinguir entre los maizales, una tierna y sensible luz.

Intrigada, se acercó con curiosidad y algo de temor para cerciorarse de que no era una ilusión y ante su asombro pensó:

- ¿Cómo es posible que una luciérnaga habite por estos lugares?

En el colegio, le habían dicho que estos minúsculos animalitos sólo vivían en lugares cálidos y tropicales; y tallando sus ojos para ver con más claridad dijo:

- quizá es un sueño lo que estoy viendo o alguien que se quiso hacer el gracioso, como antaño, cuando algunas personas hacían bromas de dejar lámparas encendidas simulando los ojos del espantapájaros –

- y que por cierto, aparte de cumplir su cometido, asustaba a los que hurtaban la cosecha –

Reflexionando en la experiencia que acababa de vivir, la niña continúa su camino, apresurándose a llegar a tiempo para la merienda y después, ya en su cuarto, volver a recorrer en sueños los paisajes admirados.

Pasan los días en la árida sierra donde llueve a temporadas y escasea el agua, pero no la curiosidad de María por descubrir lo que origina tal expectación en su imaginación.

Y es cuando la niña, después de las labores escolares y de la deliciosa merienda, se alista para dormir.

Se pone la pijama amarilla, color “pollito” que tanto le gusta y antes de cerrar los ojos, mira a la ventana, esperando solamente la voz de su madre, indicándole la hora de apagar las velas para descansar.

Sin embargo, para su sorpresa, mira a lo lejos que por los maizales, se enciende esa lucecita de indescriptible color.

En ocasiones se torna amarilla, otras verde y de vez en cuando, blanca.

Impactada por lo que está mirando, despierta a su hermano para que se asome a la ventana:

- Juan, Juan!, despierta! Mira en los maizales esa luz! –

Pero su hermano entreabre los ojos y continúa con su plácido sueño.

María no puede dejar de pensar en aquella lucecita, sin embargo, procura no pasear más por aquellos lugares. Tiene cierto temor, pues tras los relatos de los pobladores de que un lobo acecha por las noches, para comerse a las gallinas o los borregos, o que ya se ha devorado a uno que otro pastor despistado que se quedó dormido en el camino.

Y ella recuerda aquellas palabras:

- Dicen que el lobo ve fijamente a su víctima, le brillan los ojos y avanza lentamente, sin hacer ruido alguno, para llegar por sorpresa y zaz!!, no dar tiempo para huir –

- También, que se esconde entre los maizales, y ataca sin piedad, -

Tras esos relatos, la gente va sumando historias espeluznantes, ante el terror de todos los pobladores y también de María.

Sin embargo, cuando la niña veía esa extraña luz, lejos de espantarla, se llenaba de mucha paz interior.

Una noche, era tal el cansancio de la pequeña, que no quiso asomarse a la ventana, así que después de la merienda, se fue directamente a la cama.

Mas entre sueños, volvió a recorrer los maizales y a caminar por los paisajes de su pueblo.

Ante su asombro, de pronto vislumbra la figura del lobo que aterroriza a la región y comienza a correr sin poder llegar a ningún lado, sintiendo como si no avanzara, mientras el feroz animal la persigue.

Al sentirse acosada, se postra en el piso y suplicante pide que no le haga daño.

En ese momento, llega a su recuerdo aquella lucecita que la llena de paz y es cuando con suave voz le pide:

- ¡Lucecita de los maizales, amiga mía, tu que velas mis sueños, ayúdame, acude a mí en estos momentos de angustia! –

Y fue tras de las ramas de los sembradíos, que pudo ver como se acercaba vertiginosamente la tan añorada luz, quien le habló con un lenguaje que sólo ellos podían comprender:

- Aquí estoy querida niña. Soy la luciérnaga de tus sueños, la que alumbra tus caminos y flota en los maizales para encontrarte y sigilosamente acompañarte –

La extraña visión sobrevoló la cabeza del lobo, exigiéndole que no le hiciera daño a la niña y pidiéndole que se alejara de aquellos lugares.

El lobo, con cierto sarcasmo, le replica a la luciérnaga:

- si no dejas de entrometerte, ¡te comeré de una sola mordida!, ¡no te escaparás! -

La luciérnaga, molesta por la actitud del lobo, resplandece con más intensidad, a tal grado, que María, desde la distancia en la que se encontraba, podía sentir su calor.

No tardaron en hacerse de palabras y fastidiada por la altanería del lobo, la luciérnaga se posa sobre la cabeza del iracundo animal, provocándole tremenda quemadura, que con un estruendoso aullido hizo que el lobo saliera por fin corriendo de aquellos parajes.

Al escuchar el lastimero aullido del lobo, María se despierta sobresaltada.

- ¡Ah, fue una pesadilla! –

Baja las escaleras en silencio, y en la oscuridad de la cocina se sirve un vaso de leche fría, para quitarse el angustiante sabor que le recorría por la garganta ante semejante susto.
Regresa a su habitación. Se asoma por la ventana y recuerda que antes de dormir no lo había hecho.

Con la mirada furtiva, cual niña traviesa, busca entre los maizales la lucecita que la inquieta, mas la tristeza de apodera de sus ojos, por no poder vislumbrarla y de los cuales caen un par de lágrimas.

Cabizbaja y un poco somnolienta, se acerca al estante en dónde tiene sus libros de cuentos e historias fantásticas. No enciende las velas, pues Juan, su hermano, y sus padres descansan, y ella no quiere importunarles.

Así que María toma un libro cualquiera, sin percatarse cuál es y vuelve a la cama.

Más para su sorpresa, un extraño y débil reflejo asoma por la ventana, provocándole un gran susto.

Sin embargo, empiezan a surgir en su cabeza múltiples deducciones:

- ¿Será posible que el lobo ande merodeando por la casa?, aunque, el granero se encuentra al otro lado de la casa; además mi habitación esta en el primer piso. ¿Qué será esto? –

Intrigada, entrecierra los ojos, queriendo descubrir si es verdad que esta viendo a la luciecita de sus sueños,

- ¿Estaré aún soñando? –

Una vez más se talla los ojos y dice:

- ¡Es verdad!, ¡no estoy soñando! –

Frente a ella se encuentra la luciérnaga que le salvó la vida en la pesadilla.

La carita del peculiar insecto mostraba rasguños y moretones, debido a alguna reciente batalla y desfalleciente, se posa sobre la mano de María:

- No niña querida, no ha sido un sueño. El lobo y yo hemos tenido un lamentable desaguisado y yo sólo vine a saber si tu te encuentras bien –

La niña, con tierna actitud, agradece al pequeño animalito y con extremo cuidado le acoge dentro de la caja de una de sus muñecas favoritas, preparándole un aposento con retacitos de tela, de las costuras que le han sobrado a su madre.

Le cura las heridas, la pone cómoda y después sostienen una casi imperceptible charla.

María se presenta, le comenta a su nueva amiguita algunos detalles de su vida.

La tierna luciérnaga asienta con la cabeza –

-María, querida niña, te conozco de tiempo atrás, desde que tu paseas por los maizales –

- Yo soy una pequeña luz, que alumbra el camino de los viajeros nocturnos, velo los sueños de los niños cuando le temen a la oscuridad –

- Me gusta la música y escuchar sus risas, mas yo no tengo un nombre como los humanos; soy simplemente una luciérnaga –

A María le gusta mucho la música también y recuerda que en pocos días será, la fiesta de la Patrona del pueblo, Santa Cecilia, así que dice con alegría:

- Si no tienes inconveniente, podrías llamarte Cecy, como la santa patrona del pueblo, ¿te gustaría? -

Y la pequeña luciérnaga, acepta con mucha alegría:

- Siiiiiiii, me llamaré Cecy!!. Gracias pequeña niña -

A la mañana siguiente, corren las noticias por el pueblo de que alguien hizo desaparecer al lobo. Han hecho el conteo del ganado y los gallineros y nada falta. Todos los animales de corral están completos y los pobladores de Santa Cecilia, desde entonces están muy contentos.

Así transcurren los días. Por las noches, a lo lejos, se oye el lastimero aullido del lobo, tras las montañas, quien al ver el estrellado cielo, recuerda que una brillante luz le hizo desistir de sus andancias por el pueblo.

A partir de entonces, María y Cecy la luciérnaga, son amigas inseparables. Durante los días de colegio, Cecy alumbra fielmente las horas de estudio de María, y en las noches sombrías, María lee historias para Cecy, la luciérnaga amiga.