martedì, gennaio 23, 2007

Un ángel del camino


Fotografía tomada por Bindi



Un ángel del camino


El sol, alumbra con un nuevo resplandor, es muy de mañana, por no decir, aun de madrugada, el sol, comienza a dejarse ver por el horizonte. Una mirada furtiva, a lo lejos, comienza a captar ese nacimiento, fielmente a la cita diaria, llenando de inmensidad y claridad, el ángel, y el sol abren sus ojos, para existir un día más. Un día más en el que la antorcha celeste, ilumine los pasos de criatura tan celestial. Cómplices ambos, se miran y se admiran, de las bellezas que han de forjar como destino, allanando los caminos, buscando respuestas en el silencio de la majestuosa bóveda celeste, de dónde un día, invitado por la rutina diaria, Bindi el ángel pisó la tierra para acercarnos más al cielo, compartiendo la dicha vista por esos ojos incansables y de ternura inigualable, teniendo como testigo de tal dicha, una cámara fotográfica, mágica y heredera del talento de otro ángel que vuela ya por las estrellas, iluminando con su brillo cual sonrisa. Bindi nuestro especial y carismático ángel, no se ha dado cuanta que habita entre los mortales, disfrazado de ser humano, despliega sus alas benévolamente para cubrir de calurosa amistad a quienes les obsequia con una sonrisa. Su nombre terrenal conjunta tanto la belleza de las rosas como el nombre de la madre del Señor, quien más podría ser? Símbolo de paz, sencillez y gratitud, amistad y gran corazón. Bindi, es un ángel que cruzó por mi camino, para mostrarme las maravillas de la vida, y las bondades de la verdad, una rosa que alegra el existir a quienes le rodean.

A ti, mi querida Bindi, Un ángel del camino.


LaMarussa

domenica, gennaio 07, 2007

Gracias


Gracias



Estuvo lloviendo toda la tarde, las calles estaban encharcadas, el ambiente húmedo y frío, serían como las ocho de la noche.

Aquel hombre caminaba rumbo a la Basílica de Guadalupe sin poner atención a nada, sin importarle el ajetreo , los coches, la gente...

Se notaba más que preocupado, angustiado.

Y no era para menos, hacía una hora que habían introducido al quirófano para operar a su adorada hija.

La duda, el temor, la incertidumbre de que algo fatal sucediera, lo tenían en uno de sus peores momentos. Cabisbajo penetró a ver a la Virgen, humilde y respetuosamente le imploró:

"No permitas Madrecita mía que le pase algo a mi niña, sálvala, sácala de este apuro, te lo pide un padre angustiado, tu me sabrás comprender, pídeselo a tu hijo, El te lo concederá, a tí no te puede negar nada, tu eres su Madre, a tí te consta Madrecita que yo nunca los molesto, nunca vengo a pedirles nada, me conformo con lo que me quieran dar. Pero ahora es distinto, ahora si te ruego, te lo pido por lo que más quieras, por tu hijo, salven a "Michiko", no sé que haría sin mi niña.

Perdona mi ruego, pero tu sabes lo que es perder a un hijo, YO NO.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Salió aquel atrubulado padre de la Basílica de Guadalupe apresuradamente, volvió al sanatorio dónde probablemente ya se sabría el resultado de la operación.

En el momento que salió el doctor y explicó que había sido un éxito, que todo había salido bien y que se recuperaría pronto; aquel nudo en la garganta se me quitó y lo primero que hice fue levantar la vista al cielo y mentalmente exclamar "Gracias Madrecita Santísima, muchas gracias porque salvaste a mi peque, yo sabía que no me fallarías, dale las gracias a tu Hijo de mi parte y perdoname por la maneratan exigente como se los pedí pero tu sabes que al que le apura, le apura, no los vuelvo a molestar, ya iré a arrodillarme y suplicarte me perdones por la manera que te lo pedí"

Gracias Dios Mío.

Sentí una tranquilidad reconfortante, paz en el alma, quietud espiritual, y he vuelto a ser hablantín, echador y pedante....

Como siempre.


Llopoldo


Me alegro heberme enfermado


Herencia de mis letras



Me alegro haberme enfermado


Abril 14, 1994


¡Parece una idiotes, sólo a un chiflado se le ocurriría tal afirmación; sin embargo, cuando les dé mis razones a lo mejor cambian de opinión y hasta me concedan una poca de razón.

Me está llevando la fregada. No duermo, no como, me duele todo, estoy en los puros huesos. Jamás en mis ochenta añitos me había sucedido algo igual.

Pero, saben porqué me alegro de lo que me pasa? porque solo así descubrí algo que de otro modo hubiera sido imposible.

Estoy rodeado de amor , de atenciones, y hasta les preocupa que me revuelva en la cama porque corren y me preguntan que si no necesito algo que si estoy bien ¿quienes? siempre los he tenido a mi lado:

Mi esposa

Mis dos hijas

y mis tres nietos

Mi hija Anita, se encarga el hospital, médicos medicinas, curaciones, traslados.

Mi hija Alicia se deshace en atenciones, todo el día me está preguntando que necesito, me insiste llena de ternura que coma, ya no halla que ofrecerme.

Mi vieja, pobrecita, se levanta en la noche, dos, tres veces para cambiarme y al otro día lava todo el mugrero.

Ahora me doy cuenta del tesoro que siempre me ha acompañado

Mi esposa

Mis hijas

Mis nietos

¿verdad que se necesita enfermarse?


Llopoldo



Catorce días después de escrito esto, el 28 de abril de 1994, Llopoldo, murió en una fría cama del Hospital de Pemex Azcapotzalco, rodeado por el calor de su esposa, sus hijas y sus nietos.


mercoledì, gennaio 03, 2007

Sin la esencia de tu piel


Sin la esencia de tu piel


Dibujar la ausencia de tu ser
es plasmar la sombra quebrada
que acompaña el vacío de mi alma.

No es fácil sobrevivir
al frío espacio
de una nueva realidad.

Cuerpo pálido
de amorosas ensoñaciones
despertando bajo el sopor
en el acantilado de las emociones.

En la piel tatuada,
encuentro el vértice de las caricias
que me profesaste
en noches alumbradas de luna llena,
perfumadas por la esencia del amor.


De la colección "Secretos del alma"

martedì, gennaio 02, 2007

Amiga...


Oscar:

Subo esto al blog, para mostrar aparte de tu gran talento para ser el P. de las letras, tu valía como ser humano y la profunda amistad que nos une, a parte de compartir escritos, travesuras y risas locas.

Gracias amigüi