De ilusiones son las locuras
y de lágrimas mis realidades,
cuando bebíamos a sorbos
el dulce elíxir del amor,
bajo el misterioso influjo
de las estrellas.
Congelaste mi tiempo en tus besos
quebrando la cordura de mí ser,
en tus brazos aprisionabas los sueños
de ser por siempre tuya.
Un último café,
degustado, sin azúcar…
lo que quedó de una vida juntos,
compartiendo hoy,
colección de sueños rotos
y besos robados al ayer.